¿Cómo los fenómenos naturales afectan el precio de la energía?

El agua es el recurso más utilizado para la generación de energía en el país. Si bien es el recurso más costo-eficiente en la actualidad, otra podría ser la realidad frente a las amenazas que presenta el cambio climático.

Actualmente Colombia tiene una capacidad instalada de 16.781 MW (dato a 31 de diciembre de 2017). De ese total, 69,9% corresponden a hidroeléctricas, lo que nos hace un país dependiente en una gran medida de la hidroelectricidad. Esta situación trae grandes beneficios, como el hecho de contar con una fuente renovable de energía como fundamento principal de nuestro sistema eléctrico nacional. Sin embargo, esta situación conlleva también grandes retos, sobre todo si tenemos en cuenta los impactos que se han evidenciado en nuestro país como resultado del cambio climático.

Durante los últimos años hemos sido testigos de un cambio en el clima de nuestras ciudades. Bogotá, reconocida por su característico frío e incesantes lluvias, ha dado paso a soleados días con calores abrasivos. La manifestación del clima parece ahora más extrema, con temporadas de más frío y más calor, poniendo presión a todo nuestro sistema de vida, a la agricultura, la disponibilidad del agua, la generación y consumo de energía, entre otros factores.

Cambio climático vs precios

En un país donde el agua es un recurso esencial para la generación de energía, se hace evidente el impacto que tiene el clima en la formación del precio de la energía. Se podría decir que a más agua el precio es menor, ya que el recurso es abundante y por pura ley de oferta y demanda los precios tienden a ser bajos. Ahora, la situación es opuesta cuando el agua escasea y los precios naturalmente aumentan. Como vemos, nuestra formación de precio está estrechamente ligada a la situación climática de nuestro territorio, y más específicamente a las lluvias que llegan a los ríos y embalses de nuestras hidroeléctricas. Este último punto es importante ya que muchos tenemos la percepción de que cuando llueve en la ciudad también llueve en los embalses del país. Esto no sucede en muchos casos, generando confusión en la gente cuando abren el periódico y encuentran noticias de inundaciones en Barranquilla, Medellín y Bogotá y luego una advertencia sobre el bajo nivel de los embalses del país.

Otro punto que no todos conocen sobre Colombia es nuestra diversidad climática. Producto de las tres cordilleras que atraviesan nuestro país, tenemos ciclos climáticos que afectan el territorio de manera totalmente diferenciada. Por ejemplo, los embalses localizados en la zona oriental,  específicamente los correspondientes a las centrales de Chivor y Guavio, tienen un clima diferente al de los embalses del centro del país, lo que nos permite garantizar una mayor confiabilidad al sistema eléctrico nacional con plantas distribuidas en diferentes partes del territorio nacional. Ahora, hay que ser claros en un aspecto, esta complementariedad y diferenciación climática de la que estamos hablando es válida cuando nuestro país no está siendo afectado por fenómenos climáticos de gran envergadura, como los fenómenos de Niño y Niña. Estos fenómenos rompen con cualquier ciclo climático normal y afectan de manera definitiva todo el territorio nacional.

Volviendo al tema de los precios de la energía, existe otro componente que es importante conocer. En la Bolsa de Energía, que es el espacio donde podemos ver diariamente los precios de la energía que se vende en el país, el sistema ordena los precios de los oferentes desde la oferta más económica hasta la más costosa, esto hasta suplir la demanda de energía para el día. Para mayor información sobre el funcionamiento de la Bolsa de Energía, pueden consultar la publicación de David La Rotta ‘La lógica de la Bolsa de Energía’.

Lo importante en este punto es saber que el precio está definido esencialmente por los recursos más baratos. Como la generación hidráulica es la más económica de nuestro sistema eléctrico, los precios de la energía están definidos, en condiciones climáticas normales y por supuesto de abundancia, por los agentes hidráulicos. Cuando el agua escasea y la generación con agua disminuye, entran las plantas térmicas a generar y por ende también a definir el precio de la energía. En esta situación cobran relevancia mecanismos como el precio de escasez, el cual veremos con mayor detalle en una futura publicación, para dar confiabilidad al sistema y proteger al consumidor.

En AES Colombia somos conscientes del impacto que tiene el cambio climático en el desarrollo actual y en el futuro a largo plazo de nuestro negocio, por eso incorporamos prácticas ambientales de clase mundial que van más allá de los cumplimientos de ley en los mercados donde estamos presentes.

Adicionalmente, hemos integrado esta conciencia en nuestra oferta de productos y servicios, entendiendo los impactos, analizándolos y gestionándolos de manera que nuestros clientes obtengan calidad, confiabilidad, innovación y sobre todo el compromiso que buscan en un proveedor de servicios alineando con la sostenibilidad de nuestro planeta.

 

Laura Alfonso Villamil

Líder Gestión de Riesgos e Inteligencia de Negocios