Energías renovables: un futuro en construcción

Pocas personas se han detenido a pensar sobre el impacto, bien sea positivo o negativo, que tendría la incorporación de generadores eólicos y paneles solares al sistema colombiano. Las Energías Renovables implican un cambio para todos.

Cuando hablamos de energías renovables no convencionales, para este caso concreto de energía solar y eólica, muchos piensan en los beneficios y pocos en los desafíos asociados a la incorporación de estas nuevas tecnologías, beneficios que en la mayoría de los casos responden a las bondades de poder utilizar recursos ilimitados, como lo son el sol y el viento, y de disminuir el uso de combustibles fósiles que tienen un impacto negativo en el ambiente. Todo esto con el objetivo de reemplazar generación contaminante por una generación más limpia, en otras palabras, más sostenible.

Pero vayamos por partes. Empecemos dando a la expresión “nuevas tecnologías” su justa proporción. Hoy en día hablamos de las tecnologías solar y eólica como nuevas por su reciente competitividad y novedad dentro de las matrices energéticas de numerosos países. Es bien sabido que el descubrimiento de estas tecnologías data de varios cientos de años atrás, sin embargo es su desarrollo actual lo que las ha hecho costo-eficientes a nivel de mercado y por lo tanto viables en diferentes sistemas eléctricos nacionales.

Nuevas tecnologías en la producción de energía

Ahora, ¿Qué implicaciones tiene realmente la incorporación de estas nuevas tecnologías a la red? Pocas personas se han detenido a pensar sobre el impacto, bien sea positivo o negativo, que tendría la incorporación de generadores eólicos y páneles solares al sistema colombiano. Pareciera que simplemente debemos buscar los terrenos, el capital y el conocimiento técnico para el montaje y operación de estas nuevas fuentes de generación y listo. ¡A producir energía! Pero la verdad es que no es tan sencillo. El sistema eléctrico colombiano se ha desarrollado en los últimos 25 años gracias a una regulación que le ha dado confiabilidad al país. Esta regulación se ha creado fundamentalmente con las tecnologías presentes en el territorio, es decir energías convencionales como lo son la hidroeléctrica y la térmica. Para que haya una incorporación de las nuevas tecnologías renovables no convencionales de generación, es necesario incluir nuevos conceptos en la regulación nacional, pues son fuentes que tienen otro tipo de características diferentes a las convencionales. Es por eso que en la actualidad la Comisión de Regulación de Energía y Gas – CREG se ha visto en la tarea de crear nuevas medidas regulatorias con el fin de que estas nuevas tendencias energéticas puedan hacer parte de nuestra matriz. Esto aplica también para entidades nacionales como el Ministerio de Minas y Energía y la Unidad de Planeación Minero Energética – UPME, entre otras, quienes han aportado en la estructuración de políticas y planes de expansión para el fomento y entrada de estas nuevas tecnologías. Esta labor ha contado con la participación de AES y los diferentes agentes del mercado, con el objetivo de fortalecerlo y modernizarlo, abogando siempre por la igualdad de condiciones entre los participantes y la conservación de un mercado eléctrico competitivo.

Energías renovables implican un cambio en el consumidor

Otro punto que es importante mencionar y que los consumidores no tenemos en cuenta es el cambio que implica agregar estas fuentes de energía en la operación de nuestro sistema nacional. Por naturaleza, las fuentes renovables no convencionales dependen de recursos que son intermitentes. Una nube o la disminución de intensidad en un corredor de viento hacen que la energía producida por estas fuentes sea oscilante y no constante. Esta situación hace que el sistema deba compensar a la mayor brevedad estos baches de energía, los cuales son cubiertos por las plantas hidroeléctricas y térmicas. Además, tenemos que tener en cuenta que las horas pico de consumo, como por ejemplo en la noche, no cuentan con recursos como el solar, y esa generación debe compensarse con otras tecnologías. La labor del operador del sistema es ahora diferente, pues debe incorporar en su planeación la variación de estas fuentes sin que esto signifique una disminución en la calidad del servicio.

Podemos ver que la llegada de las nuevas fuentes de energía a nuestro país es un proyecto que todos queremos pero que contiene grandes retos, los cuales se están abordando en sus diferentes dimensiones. En AES creemos que este es el camino y el futuro de los sistemas eléctricos mundiales, teniendo siempre como norte la igualdad de condiciones entre agentes y la no discriminación de tecnologías. De esta manera garantizamos un mercado competitivo y un sistema eléctrico confiable.

 

Juan Carlos Guerrero

Director de Regulación